Oráculo de Delfos




El oráculo de Delfos, en el Santuario de Delfos, se encuentra en la península del Peloponeso, en Grecia, en la actual villa de Delfos, al pie del monte Parnaso, consagrado al propio dios y a las Musas, en medio de las montañas de la Fócida.

Fue un lugar de consulta a los dioses en el templo sagrado dedicado principalmente al dios Apolo.

Orígenes del Santuario:

Hay testimonios de ocupación humana cercana al emplazamiento del santuario de Delfos de época arcaica desde el Neolítico, concretamente en una gruta del macizo del Parnaso. Ya en época micénica y en el mismo emplazamiento del santuario hubo primero una pequeña aldea que fue abandonada en algún momento entre 1100 y 800 a. C. El santuario propiamente dicho apareció después de esta fecha con un altar, al que siguió un primer templo. 

El nombre de Pitón se relaciona en la mitología con el de una gran serpiente o dragón Pitón hijo de la diosa Gea, que vigilaba un oráculo consagrado a su madre. Con el fin de establecer su propio oráculo con el que guiar a los hombres, Apolo mató a Pitón con su arco y tomó posesión del oráculo. Para establecer el culto del nuevo santuario desvió un barco de sacerdotes cretenses. En el lugar original de este templo había exhalaciones de vapores subterráneos.

Funcionamiento del oráculo en época Clásica:

No se sabe que la elección de este personaje se hacía sin ninguna distinción de clases. A la candidata sólo se le pedía que su vida y sus costumbres fueran irreprochables. El nombramiento era vitalicio y se comprometía a vivir para siempre en el santuario. Durante los siglos de apogeo del oráculo fue necesario nombrar hasta tres pitonisas para poder atender con holgura las innumerables consultas que se hacían por entonces. Sin embargo, en los tiempos de decadencia sólo hubo una, suficiente para los pocos y espaciados oráculos que se requerían.


Los consultantes tenían una entrevista con ella unos días antes del oráculo para que les aconsejara. El oráculo se celebraba un día al mes, el día 7 que se consideraba como la fecha del nacimiento de Apolo. Los consultantes eran de todo tipo, había desde los más importantes y ricos como grandes reyes, hasta gente pobre. En primer lugar se ofrecía un sacrificio en el altar que había delante del templo. A continuación se pagaban las tasas correspondientes y por último el consultante se presentaba ante la Pitia y hacía sus consultas oralmente.


No se sabe el número de aciertos que tuvo el oráculo, aunque, como en esas fechas la gente era muy inculta y creían en lo que decían los dioses, la fe en él era plena. 

De las rocas de la montaña brotaban varios manantiales que formaban diferentes fuentes. Una de las más conocidas desde era la de Castalia, rodeada de un bosquecillo de laureles consagrados a Apolo. La leyenda contaba que en el Parnaso y cerca de esta fuente se reunían diversas divinidades, diosas menores del canto, la poesía, llamadas Musas junto con las ninfas de las fuentes, las llamadas náyades. En estas reuniones mientras Apolo tocaba su lira las divinidades cantaban.

Comentarios

Entradas populares de este blog

salto de longitud

Apolo y Dionisio

el jardín colgante de babilonia